“En el pasado, con los planos de papel, un arquitecto daba por sentado que ciertas cosas iban a suceder durante el proceso de construcción. Pero le era imposible predecir todo. Hoy la tecnología ha marcado una gran diferencia al ayudar a calcular las expectativas, hasta el punto de garantizar que la realidad será igual al boceto en 3D”. Así se aproxima la estadounidense Christine Salmon –una de las directoras de la conferencia AEC Next Technology que se realizará en 2020, en Chicago– al concepto de BuildTech, es decir, al arribo de la alta tecnología al mundo de la arquitectura y la construcción. El seminario internacional que Salmon dirige precisamente pone sobre la mesa los alcances de esta tendencia. Y no es solo en Estados Unidos: en países como Singapur, Inglaterra e Indonesia también se han programado conferencias para los próximos dos años, que buscan tomarle el pulso al BuildTech. 

“Estas herramientas tecnológicas están proporcionando a los arquitectos la capacidad de trabajar las múltiples posibilidades de una idea. Las restricciones de tiempo y recursos tradicionalmente los habían obligado a centrarse en una iteración única o muy limitada de su idea, cuando la realidad (con la tecnología) es que hay innumerables posibilidades”, añade Salmon.

Estas nuevas herramientas tecnológicas permiten a los arquitectos descubrir mejores formas de construir y diseñar desarrollos de todo tipo

Christine Salmon,
Directora de la conferencia internacional AEC Next Technology

Además de la realidad aumentada o sistemas como BIM, hay una serie de aplicaciones para el mundo de la construcción. “Algunas facilitan el seguimiento de incidentes de seguridad; otras se centran en gestión de inventario. Todas persiguen que las obras se vuelvan más rápidas, más limpias y más precisas”, puntualiza el arquitecto brasileño Eduardo Souza, experto en BuildTech.

Innovación y eficiencia son quizás las dos mejores ideas que sostienen el concepto de BuildTech, especialmente en cuanto a las mejoras para las etapas de diseño. Sus objetivos principales, comenta el arquitecto y urbanista brasilero Eduardo Souza, son lograr una mayor claridad en la toma de decisiones, una gestión de recursos más inteligente y un control más preciso de la fuerza laboral. Souza se ha convertido en uno de los pocos investigadores en BuildTech en Latinoamérica: editor de la reconocida plataforma de información de arquitectura ArchDaily en Brasil, y magíster en Planificación Urbana de la Universidad Federal de Santa Catarina, este arquitecto señala que los avances tecnológicos más claves en el área han sido los drones, la impresión 3D, las máquinas de corte por láser, y la realidad virtual y aumentada. 

AEC-EXPO

Identificar un punto de inicio en este impulso tecnológico en el mundo de la construcción y arquitectura es difícil. Sin embargo, un estudio de McKinsey & Company, en 2015 diagnosticó un problema clave: a pesar de ser una industria que mueve una gran cantidad de recursos financieros y materiales, su productividad se ha mantenido estable durante los últimos años. En ese contexto, el asomo de la tendencia de BuildTech se está aplaudiendo en la industria. “Las crecientes preocupaciones sobre la sostenibilidad y la eficiencia, han sido un impulso a la hora de adoptar estas tecnologías”, agrega Souza.

Una pareja inseparable

Arquitectura y construcción están directamente relacionadas; todo lo que sucede en una industria, repercute inmediatamente en la otra. Y es en su roce donde justamente ocurren las principales innovaciones. En el pasado, los arquitectos tenían que desarrollar métodos de construcción para materializar sus diseños, pero hoy existen avances tecnológicos que han sido impulsados desde el otro lado, por los mismos fabricantes. Por ejemplo, el software BIM: con la adopción masiva de esta tecnología se logra controlar de mejor manera el proceso de diseño y de construcción, evitando imprevistos. Se trata de un modelo virtual tridimensional tan real y preciso, que entrega todos los detalles sobre la composición de los materiales de cada elemento, como puertas, ventanas, tipos de paredes, revestimientos, techos.“Pero también contienen más que solo datos arquitectónicos. La información sobre otras disciplinas de ingeniería, información sobre sostenibilidad, incluso costos del proyecto, se pueden simular fácilmente mucho antes de la construcción real”, comenta el arquitecto Eduardo Souza.

En este sentido, añade Salmon, de la conferencia de Chicago, algunos arquitectos han lamentado el hecho de que estas herramientas nuevas se hayan vuelto tan ampliamente disponibles. “Creen que nos dirigimos a los diseños de ‘cortador de galletas’. Es decir, argumentan que se inhibe la creatividad. Pero la realidad es todo lo contrario. Los arquitectos pueden ser mucho más creativos porque su imaginación ya no está limitada al papel y la pluma. Son libres de explorar y empujar los límites de sus mentes y el espacio que están construyendo en la medida de lo posible”, concluye.

Aquí la innovación y la creatividad son clave. Si no hubiéramos innovado, no hubiéramos podido implementar estos procesos robotizados. Pienso que para generar un verdadero cambio en la mentalidad de la construcción, se debe empezar a impulsar desde las escuelas de arquitectura e ingeniería

Rodrigo Prado
Gerente general de Tecno Fast.

Casas modulares

Un avance tecnológico que se ha masificado, sobre todo en Latinoamérica, son las viviendas mínimas que se construyen en fábricas y luego son llevadas en camiones a su ubicación final. Arquitectos como MAPA han impulsado esta tecnología en Brasil y Uruguay, mientras que en Chile, un buen ejemplo es Tiny Cabin, construcción modular de 24,5 mt2 que realizó Tecno Fast de la mano de dos reconocidos arquitectos chilenos: Felipe Assadi y Mathias Klotz. Con 25 años en Chile, Tecno Fast ha encabezado este tipo de construcción gracias a su proceso automatizado de fabricaciones en línea: 70% de la construcción se hace en la fábrica y 30% en montaje en terreno. Comenzaron hace tres meses y ya tienen cincuenta casas instaladas.

“Los beneficios de este tipo de construcción son evidentes”, Rodrigo Prado, gerente general de Tecno Fast. “Primero para la industria, pues se disminuyen costos, tiempos y contingencias. Después para el medio ambiente, al producir mucho menos contaminación, basura, aprovechar más los materiales y no necesitar agua. Y, luego, para cliente, porque se reduce drásticamente el tiempo de la obra”, añade Prado, quien comenta que Chile está atrasado en este proceso. Solo un 3% del universo de la construcción es industrializada o prefabricada, mientras que en los países escandinavos como Suecia o Dinamarca, se bordea el 50%. “Aquí la innovación y la creatividad son clave. Si no hubiéramos innovado, no hubiéramos podido implementar estos procesos robotizados. Pienso que para generar un verdadero cambio en la mentalidad de la construcción, se debe empezar a impulsar desde las escuelas de arquitectura e ingeniería”, agrega.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here