Por Rodrigo Larraín de RLA Studio
Estamos siendo testigos de una revolución creativa / tecnológica sin precedentes. La tecnología siempre nos ha ayudado a buscar mejores soluciones, facilitarnos la vida en muchos aspectos y, lamentablemente, si no sabemos adaptarnos, dejarnos obsoletos. Las tecnología ha puesto en riesgo muchos oficios técnicos que han sido remplazables por máquinas y programas.
Pero hoy nos toca a los artistas. Los que nunca pensamos que un programa digital podría ponernos a prueba. Por ningún motivo es el inicio de la obsolescencia pero si un llamado de atención para saber adaptarse, no a lo que se viene sino a lo que ya está aquí.
La rápida adopción pública y las infinitas aplicaciones que han generado los crecientes programas generadores de imágenes de inteligencia artificial como Dall-E 2, Midjourney, Stability y Nightcafe han demostrado que pueden crear obras de arte. Es mas, hace unos días una imagen generada por A.I. (artificial intelligence) ganó un premio de arte y los artistas no están contentos.

Tomemos Dall-E como ejemplo. En su segunda iteración (Dall-E 2), este algoritmo creado por Open AI es un programa de inteligencia artificial que crea imágenes a partir de descripciones textuales. Un algoritmo que aprende y toma información de cada palabra del “prompt” que escribes. De esta manera el programa es capaz de entender lo que escribes y a raíz de eso genera una imagen única de lo que “pediste”. Lo resultados han vuelto loco al mundo completo. Por ejemplo, la siguiente imagen es una respuesta al prompt “Ositos de peluche trabajando mezclando químicos en un laboratorio como científicos locos”.

A su vez, Dall – E 2 puede generar nueva información de imágenes existentes, como por ejemplo crear extensiones de cuadros. (Outpainting)

O intervenir la imagen misma (Inpainting)

En el mundo 3D, podemos tomar Kaedim programa el cual permite crear desde una simple imagen 2D, un modelo tridimensional. Todo en materia de segundos.


Personalmente, tengo mas de 10 años como artista 3D, algo que me ha apasionado hace mucho tiempo y llevo muchas pero muchas horas aprendiendo. Lo sigo haciendo. El dominio de estos softwares toma tiempo, años, subscripciones extremadamente caras y curvas de aprendizaje altas. Ahora, poco a poco lo que en 10 años he desarrollado, un programa de inteligencia artificial lo puede hacer en segundos. ¿Obsoleto? Por el contrario! La I.A. es solo un nuevo pincel, es otro software más. Para que todos puedan sentarse en la silla del creador.
Spielberg hizo Jurassic Park con stop motion en su cabeza. Animar cada dinosaurio cuadro a cuadro no lo lograba convencer y los genios de Industrial Light and Magic se atrevieron a animar digitalmente al tiranosaurio Rex, cosa que revoluciono el los efectos especiales de nuestra era. ¿Qué paso con los expertos en stop motion? Quedaron a cargo de estos animadores digitales, porque los padres del obsoleto stop motion eran los verdaderos expertos en movimientos de reptiles. Ellos sabían cómo dirigir a estos vanguardistas tecnológicos. Se adaptaron y siguieron. Muchos confunden el uso de la tecnología como el output creativo. Nunca olviden que la tecnología es siempre el pincel.
¿Qué se nos viene ahora? Estamos pronto a que la inteligencia artificial pueda crear un proyecto de branding completo para una marca. Estamos prontos a ver una película que nadie filmó. Estamos prontos a que el mejor modelador 3D de mi oficina RLA Studio sea un programa. Y saben qué, me encanta. Yo creo la tecnología como inspiración no como un rival. Como un enabler a poder llegar más lejos y hacer aun más.
Aprender estas nuevas tecnologías es solo el comienzo. Sin importar la herramienta, creo firmemente que son un camino para crear, nunca van a reemplazar al artista o a su imaginación.