Hoy las compañías usan la tecnología digital para desbloquear nuevas fuentes de valor económico. Sin embargo, también se necesita otro elemento: una fuerte cultura digital. Esta empodera a la gente a entregar resultados más rápido y atrae mejores talentos. De hecho, según el análisis de BCG, las organizaciones que ignoran la cultura arriesgan una transformación fallida.
Tras haber analizado 40 transformaciones digitales de distintas empresas, BCG concluyó que aquellas que se enfocaron en la cultura fueron 5 veces más propensas a alcanzar una performance innovadora en comparación a las que no lo hicieron.
Ser una organización digital no solo significa tener productos digitales, servicios e interacciones con los clientes, sino también potenciar las operaciones centrales con tecnología. Convertirse en una, por lo tanto, requiere un cambio radical en las actividades que realizan los empleados, así como en sus comportamientos individuales y las formas en que interactúan con otros dentro y fuera de la organización.
Los líderes deben reconocer la transformación digital como el cambio de paradigma estratégico que es. Al igual que cualquier transformación importante, una de este tipo requiere inculcar una cultura que respalde el cambio, al tiempo que permite la estrategia general de la empresa.
Así, desde BCG indican 5 elementos clave para fomentar una cultura digital:
- Mira dentro, no fuera: una cultura digital promueve que los colaboradores miren adelante y se compromentan con clientes y partners para enconrar nuevas soluciones.
- Prefiere delegar, antes que controlar: una cultura digital dispersa las decisiones entre toda la organización.
- Promueve la audacia por sobre la precaución: una cultura digital empuja a sus equipos a que tomen riesgos, fracasen rápido y aprendan.
- Más acción, menos planificación: una cultura digital promueve la velocidad y la iteración continua.
- Valora la colaboración por sobre el esfuerzo individual: una cultura digital prospera en transparencia y en interacción.