Producida por M. Night Shyamalan (Sexto sentido, Señales), quien también está tras la dirección del primer capítulo, Servant es una serie de suspenso a la vieja usanza. Se sitúa en una elegante casa de dos pisos y una bodega, donde todo está meticulosamente ordenado, y en la que se entregan solo algunas pistas al televidente: un matrimonio de clase alta (Toby Kebbel y Lauren Ambrose, la inolvidable Claire de Six feet under), donde él es chef y ella reportera de noticias. Ella debe regresar a su trabajo, tras el posnatal, y consigue a una joven niñera que llega a trabajar puertas adentro. En la pareja hay cierta tensión, la chica recién llegada apenas habla y es poco rara, pero lo que ocurre adentro de esa casa es tanto o más extraño.
Serie de atmósfera bien construida, con episodios de media hora, Servant tiene momentos de intriga, aunque no se trata de terror. De modo inteligente a ratos, y tramposa en otros, va dejando caer de a poco las sorpresas, aunque se siente por momentos que va más lento de lo necesario.
Con un elenco reducido donde destaca Rupert Grint (el famoso Ron de la saga Harry Potter), la serie apela fundamentalmente al terror más primario de los padres –que acá no explicitaremos, para no arruinar uno de los secretos más importantes-, jugando al misterio sin sobresaltos, lo que funciona especialmente para un público más adulto. No es una serie para descorchar champañas, pero su fórmula atrapa. Para pasar el rato.
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